Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5 Versión Dios Habla Hoy (DHH).
Hace mucho tiempo existía un hombre al que le gustaba tener sus graneros siempre llenos de semillas, los costales amontonados abarcaban del piso al techo, de pared a pared y eran motivo de admiración para todos los que los conocían.
Un día, un niño que pasaba por ahí le preguntó para qué guardaba tantas semillas; el hombre se arrodilló y le dijo que de esa manera aseguraba tener un respaldo económico para su familia. El niño sonriente le respondió: mi papá dice que cuando una semilla muere nacen muchas otras en su lugar. Tras esa declaración el niño se encogió de hombros y se fue.
Esa noche aquel hombre no pudo dormir, pensó y dijo: ¿no será que en mi afán de guardar todo, estoy perdiendo mucho más?